NACIONALIZACIONES

Operaciones de apropiación por el Estado, con indemnización o sin ella, de tierras y empresas propiedad de particulares (nacionales o extranjeros) y explotadas con anterioridad, por tanto, en régimen de empresa privada. Durante la segunda mitad del siglo xix y los dos primeros tercios del siglo xx el objetivo de las nacionalizaciones —esto es, el paso de manos privadas a manos públicas de determinadas actividades productivas, bien fueran de naturaleza comercial, industrial o financiera— figuraba generalmente en los programas electorales de los partidos políticos progresistas. Se suponía que con las nacionalizaciones de determinadas industrias se eliminaba la explotación capitalista

y mejoraba las condiciones de vida de la clase trabajadora.

No siempre las nacionalizaciones han respondido, sin embargo, a motivaciones ideológicas. Muchas empresas públicas han nacido para suplir las deficiencias o corregir los fallos técnicos del mercado, estimular o reforzar la iniciativa económica privada, explotar los monopolios naturales, luchar contra los monopolios y la excesiva presencia de multinacionales extranjeras, etcétera. El nacimiento de muchas empresas públicas en el mundo occidental, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, se debió a motivos coyunturales, como respuesta a problemas a corto plazo que no podían ser resueltos de otra manera:

a) ciertos servicios básicos de reparación muy costosa fueron objeto de la primera ola de nacionalizaciones;

b) nacionalización de las propiedades abandonadas por los colaboradores y criminales de guerra, y así pasó a manos del Estado francés la mayor firma productora de automóviles (la Renault) y la mayor fábrica de motores de aviación (la Gróme-Rhóme), lo mismo ocurrió en Alemania con la Volkswagen, etcétera;

c) ciertos servicios básicos faltos de coordinación se han ido poniendo en manos del Estado, con el objeto de contener la avalancha izquierdista que sucedió a la última gran guerra.

Durante las décadas de 1950 y 1960 muchas empresas industriales españolas de propiedad privada que entraron en crisis fueron nacionalizadas para evitar tener que dejar en el paro a muchos cientos e incluso miles de personas, en regiones y comarcas poco desarrolladas o en declive económico.

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